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Comunicación gubernamental 360
2015

Comunicación gubernamental 360

Luciano Eizalde y Mario Riorda (eds.)

La Crujía Ediciones

Buenos Aires, 2013

Pp. 286

 

En la Introducción, ¿Hacia dónde va la comunicación gubernamental?, Mario Riorda y Luciano Elizalde plantean que, “hasta ahora, la gestión de la comunicación en el sector público se la ha definido -o concebido- en la práctica como un “área de apoyo” a las áreas centrales de decisión y de acción. Sin embargo, desde hace un tiempo es evidente que las decisiones de gestión no pueden hacerse sin una adecuada comunicación y en algunas oportunidades, la gestión se hace sólo o principalmente para comunicar algo”.

Y añaden que “esto no significa que la comunicación es más importante que la gestión. Sino que la gestión es también comunicación. Significa que cada vez que aparece un hecho político aparece necesariamente un hecho comunicacional. Y esto cobra mucha importancia en un entorno de altísima velocidad de decisión, con tantos medios de información diferentes, con tiempos sociales tan cortos y con procesos de disenso y de controversia cada vez más activos. Un gobierno está en el centro de la escena y es visto y juzgado desde los 360 grados. Pero también, tanto si es consciente como si no lo es, comunica –potencialmente– hacia los 360 grados. Es centro de visibilidad, pero es centro irradiador al mismo tiempo”.

Los editores insisten en que “la comunicación le aporta a la estrategia en sentido general la posibilidad de influir, de afectar o de activar a personas, a grupos de personas o a organizaciones. No es posible poner en funcionamiento, trasformar una estrategia en algo real en algo que tenga efectos, si no se utilizan diferentes niveles y dispositivos de comunicación. Eso ha sido algo más permanente que cambiante. La estrategia social, la que necesita afectar a las personas, no puede prescindir de la comunicación”.

Riorda y Elizalde sostienen que principios centrales de la comunicación gubernamental son: la comunicación directa; la actuación con partners o socios; elaboración de mitos de gobierno; criterios de organización ágil, flexible y alistada para el cambio; Convergencia como paradigma, innovación y tecnología; Microtargeting; Comunicación como legitimación. En el texto definen de manera sintética estos elementos.

El primer capítulo, Planificación estratégica de la comunicación gubernamental: realismo e innovación, Riorda y Elizalde, proponen un modelo metodológico de planeación estratégica que puede ser útil, para una oficina de comunicación gubernamental. En Comunicar para gobernar, el segundo capítulo, Javier Sánchez Galicia desarrolla los temas de la campaña permanente, el mito de gobierno, construcción de la imagen pública, identidad de gobierno e imagen simbólica. Propone también un modelo de comunicación gubernamental.

Mario Riorda, en “Gobierno bien, pero comunico mal”: análisis de las rutinas de la comunicación gubernamental (RCG), el capítulo tres, ofrece un encuadre teórico de la comunicación gubernamental, para luego extenderse sobre las rutinas propias de la comunicación gubernamental. En el capítulo cuatro, La organización de la comunicación gubernamental. Problemas, contradicciones y soluciones en la comunicación gubernamental en un estudio comparativo de casos, de Luciano H. Elizalde y Arturo Fitz Herbert, establecen las bases metodológicas para un estudio de caso y luego la aplican en el análisis de la comunicación de la Provincia y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En Comunicación interna gubernamental: ¿Qué funciona?, el quinto capítulo, Carlos Álvarez Teijeiro desarrolla ampliamente un tema que con mucha frecuencia, para no decir las más de las veces, se deja de lado y es la comunicación al interior de las mismas estructuras de gobierno. Francisco Vacas, en el capítulo seis, Gobierno y ciudadanía: nodos en la red, aborda el tema de las redes sociales y presenta las características del nuevo entrono mediático que afecta, se quiera o no, la comunicación gubernamental.

El capítulo siete, ¿Hacia una nueva configuración de las relaciones entre los gobiernos y la ciudadanía? Breves apuntes sobre el gobierno electrónico, de Gonzalo Diéguez y Maximiliano Campos Ríos, analiza la relación que se establece entre la ciudadanía y el gobierno en el marco de la realidad del gobierno electrónico. En Gobierno y redes sociales, el capítulo ocho, de Luis Guillermo Babino se introduce al tema de las redes sociales y subraya la necesidad del uso de las mismas y del tipo de trabajo que el gobierno debe tener en las redes sociales. El último capítulo, el nueve, Del gobierno abierto a los datos abiertos, Juan Ignacio Belbis explica y desarrolla el tema del Gobierno Abierto y el efecto del mismo en la profundización de la democracia a partir de la “publicidad” o “publificación” de toda la información que genera el gobierno.

El libro en versión de sus editores “integra estrategia y táctica, comunicación interna y externa, los medios “tradicionales” con los nuevos medios sociales, pero fundamentalmente, incorpora a un sistema unificado cada uno de estos temas dentro de una concepción holística de la comunicación de gobierno, la cual es consciente de que los procesos de gestión de consensos y disensos electorales y gubernamentales no pueden ser considerados procesos de decisión separados unos de otros. Por lo tanto, creemos que el sistema de “Comunicación 360” (estrategia/táctica, interna/externa, medios tradicionales/medios sociales, gobierno/ elecciones) debería transformarse en un modelo mental y social de los que toman decisiones en organismos del Estado”. Todos los autores son académicos y consultores argentinos y en la parte final del texto se ofrece una semblanza de cada uno de ellos.